A pesar de la proximidad de Saldaña de Ayllón a la N-110, el pueblo pasa desapercibido gracias a las enormes encinas que lo rodean. en sus calles encontramos varios ejemplos de la arquitectura tradicional como la antigua casa de labranza convertida en casa rural.
La villa de Fresno de Cantespino alcanzó su apogeo en la Edad media. Fue cabeza de arciprestazgo otorgándosele título de Comunidad de Villa y Tierra.
Distancia recorrida: 12,29 kilómetros Altitud min: 1.008 metros, max: 1.081 metros
Desnivel acum. subiendo: 157 metros, bajando: 127 metros
Grado de dificultad: Moderado
Tiempo: 4 horas 2 minutos
Fecha: noviembre 22, 2011
Finaliza en el punto de partida (circular): No
Coordenadas: 82
Desnivel acum. subiendo: 157 metros, bajando: 127 metros
Grado de dificultad: Moderado
Tiempo: 4 horas 2 minutos
Fecha: noviembre 22, 2011
Finaliza en el punto de partida (circular): No
Coordenadas: 82
Saldaña de Ayllón se sitúa en el margen izquierdo del río Riaza, rodeada de encinares milenarios en los que algunos historiadores sitúan el paraje de Corpes, donde según el Romancero fueron atacadas las hijas del Cid. A medida que avanzamos la dehesa va dando paso a un monte bajo de encinas con retamas en el que también se mezclan robles y quejigos. La erosión deja al descubierto arenas rojas de numerosas y sorprendentes cárcavas.
En la ermita de la Magdalena de Saldaña (1) cogemos la carretera que cruza la N-110 y en el primer camino a la izquierda nos desviamos hacia la Dehesa Boyal (2). Las encinas centenarias con sus troncos retorcidos y sus grandes ramas salpican la pradera en la que pasta el ganado. En la primera bifurcación del camino tomamos a la derecha y salimos de la dehesa a una gran pradera. A nuestra izquierda se divisa la Sierra de Ayllón en toda su extensión. Poco después se incorpora una rodera a nuestra izquierda y en la siguiente bifurcación cogemos la de la izquierda, siguiendo la señalización de la Cañada real (3). Tras cruzarla continuamos de frente hasta incorporarnos a un camino (4) en el que giramos a la derecha. Dejamos una rodera a la derecha y salimos del encinar para atravesar un campo de cultivo al final del cual damos una curva muy pronunciada. A la derecha dejamos Corral de Ayllón. Inmediatamente llegamos a un cruce de caminos, seguiremos de frente (5), por el límite entre el encinar y el valle del Arroyo del Monte. Encinas, robles y quejigos se mezclan en este tramo. Cruzamos el arroyo del Monte y seguimos de frente hasta el siguiente cruce (6). Aquí podemos tomar la rodera de la derecha y asomamos a un paisaje excepcional, un conjunto de grandes cárcavas. Regresamos al camino y seguimos de frente hasta la siguiente bifurcación en la que giramos a la derecha, remontando las cárcavas que quedan escondidas entre la vegetación. Seguimos por el camino y en el siguiente cruce continuamos de frente (7) para llegar a la carretera tras pasar junto a las ruinas de la Tenada Berzal.
Cruzamos la carretera siguiendo la cañada real Soriana Occidental, y nos desviamos de la pista en el primer camino a la derecha. Caminamos entre el vallado de algunas fincas hasta desembocar en una pista (8) junto a una charca. Giramos a la derecha y subimos para descender poco después hasta la vaguada, donde nos incorporamos a un camino a la derecha. De nuevo ascendemos por la ladera y volvemos a bajar por el arroyo del río desde donde subimos hasta coronar la ladera (9). En el cruce continuamos de frente entre las cárcavas rojizas hasta la tenada de las Llanillas, desde donde la pista de tierra nos conducirá a Fresno de Cantespino (10).
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